Las trufas de chocolate son un dulce exquisito y una apuesta segura en cualquier ocasión. Su origen se remonta al siglo XIX, cuando un maestro pastelero francés se quedó sin reservas en su almacén. Fruto de la gran demanda de dulces, se vio obligado a dejar volar su imaginación e impulsar su creatividad para poder satisfacer las peticiones de sus clientes.
¿Cuál fue su invención? Unas pequeñas bolas de cacao, a las que espolvoreó por encima más cacao amargo, es decir, lo que hoy conocemos como trufas de chocolate.
El nombre de este manjar fue ingenio de la misma población francesa, que vio en este delicioso dulce semejanzas con las trufas naturales debido al aspecto irregular y de color negro que comparten hongos y chocolate.
Las trufas alcanzaron tal éxito y reconocimiento que su deleitable sabor ha perdurado hasta nuestros días. En la actualidad, sigue siendo un postre tan sencillo como delicioso y una tentación para cualquier amante del cacao.
¿Quieres unas trufas con un toque especial? Te proponemos una combinación tan sabrosa como sorprendente: nuestras “Trufas de Chocolate (Barry) y Soja (Sempio). Dos ingredientes que gracias a compartir el mismo perfil aromático se convierten en un maridaje especial que potencia el sabor del cacao dándole un matiz seductor a las trufas.
Elaboración
1. Hervir la salsa de soja Sempio junto a la nata y la glucosa.
2. Añadir la cobertura de chocolate a la mezcla y remover hasta que quede todo bien integrado.
3. Añadir la mezcla en una manga pastelera y dejarla cristalizar.
4. Formar las trufas, escudillarlas y, posteriormente, meterlas en el congelador 15-20 minutos.
5. Fundir la cobertura de chocolate negro. Sacar las trufas del congelador, bañarlas en la cobertura de chocolate y, finalmente, rebozarlas en el cacao en polvo.
6. Con la ayuda de un colador, quitar el exceso de cacao y emplatar con Caviaroli de aceite de oliva virgen extra y unos nibs de cacao.